ADOLFO CÓRDOVA VALDIVIA “Elogio de la Residencial San Felipe”


ADOLFO CÓRDOVA VALDIVIA
“Elogio de la Residencial San Felipe”



Cuando el Hipódromo de San Felipe se mudó al moderno local que el Jockey Club venía construyendo en Monterrico, los terrenos desocupados en la Avenida Salaverry no tuvieron la misma suerte de la que antes habían gozado los que quedaron libres en su primer emplazamiento de Santa Beatriz. Esta ubicación inicial del Hipódromo – visitada con frecuencia por el presidente Leguía y escenario del asesinato de Sánchez Cerro cuando éste lo abandonaba – una vez liberada de la función hípica dio origen al gran parque que se llamó desde entonces Campo de Marte. San Felipe, en cambio, fue visto como un atractivo negocio inmobiliario apto para grandes residencias particulares. Corrían los últimos meses del segundo gobierno de Manuel Prado cuando se proyectó la lotización, propuesta por el Instituto de la Vivienda, institución promovida por Pedro Beltrán Espantoso.
Prado no terminó su período y el gobierno militar que lo depuso fundó en 1962 la Junta Nacional de la Vivienda fusionando el mencionado Instituto de Beltrán con la vieja Corporación Nacional de la Vivienda, creada durante el régimen de Bustamante y Rivero.
Fue en la Junta donde, a pesar de que ya tenía algunos lotes comprometidos para su venta, nació la idea de destinar los terrenos de San Felipe a un conjunto residencial de alta densidad, idea que se concretó en el gobierno de Belaunde Terry bajo el impulso del arquitecto presidente.
Pero no toda el área que dejó el Hipódromo fue entregada a la Junta de la Vivienda para el programa habitacional. De las 37 hectáreas disponibles cerca de 10 fueron asignadas a las Fuerzas Armadas y 1 a la Sociedad Central Japonesa. Las 26 hectáreas de lo que sería después la Residencial San Felipe y las 10 de los militares, quedaron separadas por una calle, inacabada hasta ahora en el frente correspondiente a la Marina, que cortó en dos el gran predio, en tanto el lote para la colonia japonesa quedó incorporado en el conjunto habitacional1.
La Residencial es una isla de paz en el distrito de Jesús María. A cuarenta años de su construcción, enclavada en una ciudad congestionada, bulliciosa y cada vez más conflictiva, se valora cada vez más la decisión de entonces, que permite a 1600 familias de la clase media, distribuidas en 33 edificios, gozar de una alta calidad de vida no solo habitando una vivienda digna, sino también 
1 El Ejército y la Fuerza Aérea han desarrollado sus propios grupos de vivienda. La Marina utilizó su parte como sede del Ministerio hasta que éste fue absorbido en el Ministerio de Defensa, para quedar luego y hasta ahora como una dependencia naval. En cuanto al predio entregado a la entidad de la colonia japonesa, el autor escuchó al presidente Belaunde expresar su esperanza de contar con un ejemplo de jardín japonés, pero la realidad fue pronto otra: la hectárea asignada alberga un gran teatro, una clínica, un centro cultural y otras instalaciones que no han dejado sitio para el esperado jardín.

disfrutando de los servicios indispensables que la complementan, de áreas verdes arboladas y generosas que la acercan a la naturaleza y, libre de tránsito vehicular interno, sin padecer ruido cercano ni atmósfera contaminante inmediata.
A diferencia de las unidades vecinales que la precedieron, solucionadas con densidad media a base de edificios de vivienda de 4 ó 5 niveles, el diseño de la Residencial San Felipe apostó por un mejor aprovechamiento del terreno con edificios de mayor altura, la mayoría de ellos de 15 pisos. Pero como en aquellas unidades, acompañando la vivienda con los servicios indispensables, adecuados a la magnitud de su población:

a) un centro comercial, bancario y de abastecimiento que, sin embargo se extiende, infiltrándose en todo el conjunto con locales menores de muy diversos rubros, ubicados en el primer nivel de los edificios habitacionales;

b) un centro de educación primaria y secundaria, y tres locales para la educación inicial, estratégicamente ubicados con relación a las viviendas; y

c) servicio religioso atendido en un templo católico y en instalaciones parroquiales que incluyen un velatorio. Los servicios asistenciales y culturales han sido asumidos por el centro japonés mencionado anteriormente, pero hay que decir que éstos, prestados en una bien instalada clínica y en un concurrido centro de actividades culturales, que incluye un gran teatro de mil butacas, sirven más allá de la Residencial San Felipe a toda la vecindad del distrito y aún de la ciudad misma. Además, una dependencia del gobierno central y por tanto, de alcance nacional, el CONSUCODE2, ocupa un edificio en el centro principal de servicios.

Los edificios de viviendas 
No se requiere mucho sentido de observación para notar dos concepciones diferentes en el diseño de los edificios habitacionales. El conjunto de 4 torres de la llamada “primera etapa”, ubicado en el extremo oeste, en la esquina de las avenidas Sánchez Carrión (Pershing) y Gregorio Escobedo, es una. La otra es la que corresponde al resto de la unidad, 29 edificios de tres diversos tipos diseminados más libremente en el área de jardines.
La primera etapa
Se caracteriza por obedecer a un diseño geométricamente determinado cuya rigidez le otorga una gran unidad y una evidente autonomía. En las cuatro esquinas de un cuadrado de 75 x 75 metros están ubicadas las cuatro torres de 14 pisos que dejan un espacio en cruz cuya parte central resulta una plazuela de unos 25 por 50 metros denominada Ágora, cuyos lados menores alojan locales comerciales en dos niveles. Por fuera, entre las dos torres de cada uno de los cuatro lados, se alinean, alejándose del Ágora, dos parejas de volúmenes de 4 pisos y, a continuación, uno de dos. Estos cuatro grupos blancos que apuntan a los cuatro puntos cardinales y alojan casas tipo dúplex, constituyen una suerte de basamento del conjunto. Las torres tienen en cada nivel cuatro departamentos de 3 dormitorios de acertado diseño, cuyo acceso, sin embargo, resulta especial. Con el objeto de abaratar costos disminuyendo las paradas de ascensor, el diseñador, arquitecto Enrique Ciriani3, concibió la idea de reducirlas a la mitad definiéndolas solo cada dos pisos pero a niveles intermedios con respecto al de los departamentos de modo que, desde el hall de ascensores se suba media escalera a cuatro departamentos y se baje otra media a otros cuatro. El ahorro fue efectivo aunque a costa de una mayor área de circulaciones.

Dos factores que más bien contribuyeron a encarecer este grupo fueron la dotación de estacionamientos en un amplio sótano y la solución estructural. La concepción arquitectónica implicaba en cada departamento un volado de tres metros en sus dos frentes, a partir de una fuerte estructura interior de placas gruesas de concreto en forma de H, solución que facilitó una expresión de fachada con ventanas corridas sin interrupción, entre bandas de concreto visto, al tiempo de producir una sensación notable de ligereza. La belleza de las torres, apoyadas cada una en su hall de doble altura, ha resistido exitosamente al tiempo, en cambio los volúmenes bajos han sufrido algunas alteraciones sobre todo en el color, mientras los espacios comerciales del Ágora han fracasado por su ubicación poco visible, fuera de las circulaciones generales.4

Los edificios de calles aéreas
Con diez niveles para vivienda y el piso bajo para comercio son largos edificios conformados por la repetición de un módulo de 20 departamentos de tipo dúplex. El hall de ascensores y escalera ubicado al centro de cada módulo deja salir, cada dos pisos, a corredores que dando acceso por un lado, a la planta baja (estar comedor y cocina) de cuatro departamentos, tienen el otro lado abierto en balcón al paisaje. De ese modo, al adosarse una sucesión de módulos, los cinco niveles de pasajes abiertos, conforman cinco verdaderas calles aéreas. Estas calles se alternan con los pisos que corresponden a los dormitorios, los cuales ofrecen una expresión más cerrada, de muro perforado por ventanas verticales. En la fachada opuesta, el contraste es semejante porque en el nivel de las calles aéreas se tiene la terraza del estar comedor y la gran abertura del patio de servicio protegida de piso a techo, por una celosía de unidades de concreto de 20 por 20 centímetros, mientras en el nivel de los dormitorios el tratamiento es similar: dominantemente cerrado. En el primer nivel los ingresos y las tiendas se retiran del plomo de fachada de modo que dejan libres las columnas y un
espacio de circulación a manera de portal.


3 Joven y talentoso arquitecto, viajó a París luego de este trabajo donde ha alcanzado éxito profesional y académico. Para San Felipe probablemente adaptó una solución de Le Corbusier, quien en la Unidad de Marsella diseñó paradas de ascensor cada tres pisos para departamentos dúplex de modo que en cada parada se entrara, siempre a nivel, al estar y cocina y alternativamente se subiera o se bajara a los dormitorios.
4 No parece casual que estos edificios de geométrica disposición tengan nombres de monomios algebraicos (1C, 2C, 3C y 4C para las torres y 1B, 2B, etcétera para los otros), mientras que los 29 edificios dispersos hayan recibido nombres de árboles.



Las torres y los dúplex en ladrillo rojo



publicado en la revista Puente (Colegio de Ingenieros del Perú)

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