LA SILLA BARCELONA

La Silla de BarcelonaLudwig Mies van der Rohe










La silla Barcelona (modelo MR90) es una obra clásica del diseño de mobiliario moderno del siglo XX, realizada por el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe. Este creó la silla, junto a la otomana y la mesa auxiliar a juego, para el pabellón alemán en la Exposición Internacional de Barcelona del año 1929. Las sillas se utilizaron como tronos para los reyes de España cuando visitaron el pabellón de Barcelona.
La estructura del mobiliario estaba realizada originalmente en acero inoxidable pulido, mientras que las superficies del asiento y el respaldo fueron hechas de cuero de piel de cerdo. Más tarde, en 1950 se harían ajustes al diseño para producirlo en masa.
Las proporciones armoniosas y la forma elegante convirtieron a la silla Barcelona casi en un objeto escultural digno de galería de exposición. Su forma está basada en la sella curulis, un tipo de silla usada por los magistrados romanos.
La unión a la vista del bastidor estructural y de los amortiguadores del asiento como componentes separados, y el uso de materiales tradicionales y modernos, ajustándolos apropiadamente a su propósito funcional, se adaptan perfectamente a la concepción que tenía Mies del estilo internacional.
La silla Barcelona fue diseñada por Mies van der Rohe con la colaboración de su socia y compañera, la diseñadora Lilly Reich, cuya participación le ha sido reconocida recientemente.

El diseño lo desarrolló en el marco de la reconstrucción tras la primera guerra mundial. Los 10 años precedentes a la exposición internacional de Barcelona fueron muy agitados para los gobiernos europeos: problemas de educación, inestabilidad social, grandes migraciones, nuevos límites territoriales, desaparición de monarquías, etc. Un tiempo en el que las naciones intentaban, tras la devastación, volver a la estabilidad y mostrarse vigorosos ante el mundo. Por ello, Mies van der Rohe tuvo la enorme responsabilidad de producir un pabellón para la exposición de Barcelona que anunciara el resurgir de la cultura alemana y mostrara sus éxitos.
En aquella época, más allá de los conflictos, los diseñadores, industrialistas, arquitectos y artistas se inspiraron y supieron aprovechar las nuevas tecnologías y los nuevos materiales desarrollados durante la primera guerra mundial. En éste sentido, van der Rohe se adelantó al uso del acero inoxidable en el mobiliario doméstico.

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